viernes, 25 de abril de 2014

The casual vacancy: adiós magia, bienvenida realidad


Extremadamente popular con sus novelas de Harry Potter -e historias secundarias realizadas con un fin altruista- J. K. Rowling asombró al mundo con las historias del mago.

Al cerrar la historia (al menos como la conocemos hasta aquel epílogo de 19 años después…), cambió de editorial y presentó una novela para adultos: The casual vacancy (2012).

Con mucha reserva compré el libro en inglés -por supuesto, el libro es español estaba fácil al doble de precio- y desde las primeras páginas me asombró.

Atrás había quedado la historia del niño que vivía bajo la escalera, y el castillo lleno de magia fue modificado por un típico casi campirano pueblo inglés.

El texto presenta una historia muy inglesa: una serie múltiple y compleja de personajes, mucha política y la sensación de estar entrando por la puerta trasera de las casas para develar los secretos ocultos, esos sucios secretos que una buena familia sabe ocultar. 

El detonador, otro típico factor inglés, una muerte inesperada y hasta cierto grado misteriosa... de esa muerte se derivará un viejo enfrentamiento político entre dos facciones del pueblo, el duelo de una familia, la reacción de amigos amigos, la crisis de los jóvenes, y un sentimiento de desesperanza que envuelve a la mayor parte de los personajes.

Mas lo que empezó como una novela casi de misterio, se convierte en un drama familiar en torno a la vacante casual, un espacio en el consejo del pueblo que busca cerrar una crítica de tratamiento a la adicción de drogas, los personajes que a ella acuden, y unos jóvenes problemáticos que se encuentran ahora sin alguien que confíe en ellos. La vuelta de tuerca se logra cuando el fantasma del muerto comienza a develar en el sitio electrónico del consejo algunos secretos escabrosos de los candidatos y los miembros de del consejo, incluyendo amoríos, enfermedades, obsesiones...

Así, Rowling presenta personajes violentos y obsesivos de diversas edades, adúlteros y traicioneros, egoístas y dispuestos a todo con tal de salir ganadores. Un lenguaje realista, casi vulgar, donde los jóvenes conviven con las adicciones y el sexo, a la vez, con la violencia familiar y sexual. 

Además, a medida que la historia se hace más compleja, también las decisiones de los personajes, quienes verán en su adicción al alcohol o las drogas o en un embarazo la solución a sus problemas... también analizarán cómo mejorar su negocio con mano de obra barata o comprar cosas robadas para ganar.

Lo que era un pueblo idílico di de todos conocen a todos, se convierte en un pueblo lleno de odio y mentiras, y sus personajes enfrentados por amor, celos, odio racial, incluso padres e hijos.
Poco a poco, los golpes familiares, la droga para hacer algo atractivo, el robo casi inconsciente a quienes tiene más, o la amistad frente a la comodidad, serán los ingredientes finales de un pueblo que no será igual otra vez.

Una excelente novela que proyecta la realidad campirana de un país desarrollado, donde siguen existiendo estereotipos, necesidades personales, racismo y menosprecio del otro, en fin, los vacíos de nuestra urbanidad moderna y la infinita realidad -diría Aristóteles- de que somos animales políticos a la búsqueda del beneficio personal frente al común.

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